Han saltado las alarmas. El lunes ya se vio a una excavadora y un camión trabajando en la zona de Mundaka, así que parece claro que se ha puesto en marcha el plan para dragar el puerto de Mundaka, y regenerar la playa de Laida. De nuevo se vuelve a jugar con fuego con el futuro de una de las olas más valoradas de Europa, y con el del litoral y la playa de una zona de especial protección.

Nos vienen a la mente el resultado de la última gran intervención en ese entorno, el dragado de la ría para dar salida a los barcos del astillero de Murueta, y que tuvo la desastrosa consecuencia de la desaparición de la ola de Mundaka durante varios años. No podemos olvidar que el estuario de Urdaibai es un sistema dinámico en el que se mantiene un equilibrio entre la ría, la barra de Mundaka (que es la que genera la ola) y la propia playa de Laida. Cualquier actuación sobre una de ella puede tener consecuencias desastrosas que tarden tiempo en recuperarse.

Los temporales de inicio de 2014 tuvieron como consecuencia la desaparición casi total de la playa de Laida. Una situación que durante el verano de 2014 no dio tiempo a recuperar, y que ahora se ve con preocupación por parte de las instituciones, puesto que sin arena, no pueden vender ese turismo de sol y playa que parece que gusta tanto en la Diputación. Y como en otras ocasiones, no tienen problemas en gastar lo que haga falta para que la gente se pueda tostar al sol, vuelta y vuelta.

El plan es sencillo: dragamos el puerto de Mundaka para sacar 5,000 m3 de arena, sacamos otros 35,000 m3 de otras zonas de la playa, y montamos un buen relleno para acelerar la regeneración de la playa. Y como esto parece poco, además aceleramos el proceso arando la zona norte de la playa en bajamar. Que no nos falte de nada! Total, los 320,000 € que sale la operación ya se sacarán de otras partidas… Y si  este año no funciona, ya lo repetiremos el que viene, y las que hagan falta.

Es curioso averiguar cómo han llegado a definir este plan. Todo se basa en un informe realizado por Azti-tecnalia, en el que analizan la situación actual de la zona, y proponen soluciones para regenerar la playa. La mejor opción en cuanto a estabilizar la situación, parece ser no hacer nada. La zona es un sistema dinámico, y en varios años recuperará su situación original, y además de forma más estable que si empezamos a actuar. La siguiente propuesta es una acción mínima, aprovechando el dragado del puerto de Mundaka, con el objetivo principal de proteger una serie de infraestructuras que en el lado este. Ninguna de estas desde luego asegura tener un arenal suficiente para los deseos de la Diputación, así que han optado por sumar las dos últimas propuestas que hace el informe: el relleno con un total de 40,000 m3 presenta cierta incertidumbre sobre su permanencia para el año que viene, y los trabajos de arado durante bajamar, aunque asegura un crecimiento más natural de la playa, se va a comenzar demasiado tarde como para que tenga un efecto real para este verano.

Pero como a la Diputación de Bizkaia está claro que todo le gusta hacerlo a lo grande, que se vea bien, han cogido los dos procesos menos ventajosos y más caros, y se han lanzado a hacerlos a la vez. Y todo sin considerar las posibles consecuencias desastrosas que pueden tener para el entorno. Para empezar, porque son actuaciones de gran calado, que pueden modificar el equilibrio del entorno, y provocar la desaparición de la ola de Mundaka como ocurrió después del dragado de 2003. Además, no se ha tenido en cuenta el estado de la arena que se quiere extraer y aprovechar. La ría tiene un pasado industrial, que provoca que en las capas enterradas haya presencia de metales pesados. Rellenos anteriores en las zonas internas de la ría ya han provocado la muerte masiva de moluscos y crustáceos, pero en esta ocasión no se han planteado siquiera empezar por una cata de la zona a extraer para analizar su composición.

Por si esto fuera poco, nadie asegura la continuidad a futuro de las obras que se van a realizar estos meses, ya que no podemos olvidar que el nivel del mar va subiendo paulatinamente, y el clima a futuro va a presentar más temporales violentos. Esto posiblemente va a provocar una nueva configuración de todo el sistema del estuario, y por mucho que nos empeñemos con obras faraónicas, la naturaleza va a terminar ganando. Así que no sería mucho más sensato asumir que durante un par de años la playa de Laida se va a quedar sin marea en pleamar, y esperar a ver cómo se reconfigura toda la zona antes de ponernos con obras alocadas?

Quiero agradecer especialmente la ayuda de Zain Dezagun Urdaibai por toda la información que me han facilitado.

                     

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Aitor Urresti

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