En la entrevista que me han hecho en la SER uno de los temas que han destacado es que sigo con el trabajo, y el sobreesfuerzo que supone compaginarlo con una campaña electoral. Es algo que he experimentado anteriormente al comentar con alguno de los otros candidatos a Lehendakari que sigo con mi trabajo: las caras que se les queda varían entre la sorpresa y el pavor.
Hay que reconocer que no está siendo nada fácil, y eso que como profesor tengo un horario poco cargado (he dejado aparcada por unas semanas la investigación). Mi agenda se ha convertido en una partida del Tetris, en la que voy encajando como buenamente puedo mi trabajo como profesor en Bilbao, con los actos de campaña en Gasteiz, y las entrevistas con los medios a caballo entre ambas ciudades. No quiero ni pensar lo que sería con una jornada completa normal.
He decidido seguir con la docencia sobre todo por responsabilidad con el alumnado. Podría haberme pedido una excedencia, y recuperar las clases posteriormente, pero eso hubiera supuesto un gran problema de horarios que iban a sufrir ellos, y no me parecía una solución justa. Yo mismo he decidido embarcarme en esta aventura, y no quiero que mi decisión genere problemas para el resto.
En estos días no puedo dejar de pensar en lo complicado que tenemos las personas normales para acceder a la política. Sobre todo si se viene de un partido sin muchos recursos, como es el caso de EQUO, puesto que hemos decidido no pedir préstamos a la banca, para mantener nuestra independencia. Nos financiamos en exclusiva a través de las donaciones individuales. Es necesario tener una gran flexibilidad laboral para poder hacer una campaña electoral seria e intensa.
Está siendo agotador, tanto física como mentalmente. Pero en los momentos en los que me siento más cansado, lo único que tengo que pensar es en los motivos que me llevaron a presentarme a nuestras primarias, para recuperar fuerzas con rapidez. Me presenté porque se que es el momento de llevar la ecología política al parlamento, de que se escuchen otras voces y otra forma de hacer política. Es el momento de que ciudadanos y ciudadanas normales, que piensan en el bienestar de las personas y el planeta, propongamos alternativas reales para salir de la espiral de recortes y de la crisis sistémica en la que nos han metido. Me presenté en definitiva porque se que se pueden cambiar las cosas, y porque quiero formar parte de ese cambio.
Y por ironías de la vida, es de ahí de donde saco lo que dice nuestro lema de campaña: Nuevas energías para Euskadi (y para Aitor!).
No puedo más que enviarte energía en forma de admiración por tu esfuerzo y dedicación.
Gracias a ti, por tu esfuerzo y por dar ejemplo…