Ya tenemos nueva princesa de la iglesia en España: Rouco Varela (más conocido como Paco Clavel) ha ganado las elecciones para la presiedencia de la Conferencia Episcopal Española. Esto supone una clara apuesta por una iglesia mucho más conservadora, inmovilista e intransigente, por no tacharla de homófoba, machista, fascista… (upsss, lo he dicho!!)
Decepcionado? Pues la verdad es que no, para nada. Hay que empezar por decir que no había candidato bueno. Desengañémonos. Todos son iguales, de la misma quinta y de similar ralea. Decir que unos son más moderados que otros supone el mismo salto teórico en el vacío que comparar a Acebes con Zaplana. A ver… quién de ellos es más moderado? Desde luego que Blázquez no ha convocado manifestaciones por la calles de Bilbao defendiendo a la «familia» (una, grande y libre, Olé), pero me consta que no ha sido por falta de ganas, sino por falta de apoyos en su diócesis.
Como bien sabréis (o habréis supuesto) he estado involucrado en el intento de presentar a una mujer como candidata a la presidencia de la CEE. La jerarquía ha vuelto a ignorar la voz de muchos cristianos y crisitianas de base, que una vez más reclamamos que nuestra voz sea escuchada dentro de la iglesia, que se nos trate como adultos capaces de entender, sopesar, discernir y elegir las opciones más adecuadas, igual que se nos permite hacer lo mismo en la sociedad civil. No necesitamos tutelas de obispos desconectados de la realidad, viviendo parapetados en sus palacios episcopales. Tenemos contacto real con lo que sucede en las bases de la iglesia, con lo que sucede en la sociedad, y somos capaces de decidir y dirigir los designios de la iglesia. Eso es lo que pedimos. Eso es por lo que hemos estado luchando. Eso es por lo que seguiremos luchando.

Escuchando: Si lo sabe Dios que se entere el Mundo de Fangoria

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Aitor Urresti

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