Hoy se «celebra» el Toro de la Vega. Un evento basado en alancear hasta la muerte a un toro, para alegría y regocijo de una turba exaltada. La verdad es que nunca he entendido la gente que disfruta con el sufrimiento del resto. Y en este resto también incluyo a los animales, que son seres sintientes. Es algo que siempre me ha sorprendido, y desde que estoy en EQUO, con militantes animalistas tan geniales como Ana Moreno, me he reforzado en este sentimiento.

En Euskadi muchas veces siento que miramos por encima del hombro ante este tipo de festejos taurinos, como si no fuera algo que también forme parte del ADN. Hace pocos días hemos asistido sin rubor a ver a Bildu en Donosti eliminar los toros de las fiestas, y al mismo tiempo, programar sokamuturras. Hemos asistido con la boca abierta al espectáculo del PSE defendiendo al mismo tiempo fiestas sin maltrato animal en Getxo, y defendiendo las vaquillas en Portugalete, después de que ambos municipios se habían declarado amigos de los animales. Y eso por no mencionar otras grandes fiestas como los encierros en Iruña, o los gansos de Lekeitio.

Muchos de estos eventos se suelen relacionar siempre con las costumbres y se intentan disfrazar de cultura. Se apela a los siglos de tradición, para perpetuar estas barbaries. Al dar este argumento, se obvia el hecho de que la cultura y las tradiciones son entes vivos, en constante evolución. Por suerte ya no hay inquisición, las mujeres pueden votar, y el bautismo no es obligatorio.

Es el momento de replantearnos lo que entendemos por cultura. Es hora de replantearse la forma en la que nos divertimos. Es hora de prohibir todos los festejos en los que se hace sufrir a un animal, para el divertimento del público. Es el momento de plantear alternativas de ocio que se basen en el bienestar de las personas, los animales y el planeta.

Es el momento, heldu da garaia

Quiero aprovechar esta entrada para dedicársela a las personas que tengo cerca de mi luchando por los derechos de los animales y sobre todo a Ana Moreno. El tesón con el que defiendes a los animales, los años de lucha, a pesar de que no siempre llega a buen fin, a veces tiene su recompensa, como ha pasado estos días. Me has enseñado mucho, gracias por estar ahí.